Cuando estás eligiendo flores para tu florería o para un evento, la primera decisión clave es:
¿Compro flores locales o importadas?
No hay una sola respuesta correcta. Todo depende de tu tipo de negocio, tus clientes y tus prioridades. En este blog, te ayudamos a comparar los dos caminos para que tomes la mejor decisión para ti.
¿Qué son las flores locales?
Son flores cultivadas en tu país o en tu región. En México, por ejemplo, hablamos de flores producidas en estados como Puebla, Estado de México, Morelos o Baja California.
Ventajas:
- Más frescas y de temporada
- Precios más accesibles (menos transporte e intermediarios)
- Menor impacto ambiental
- Apoyas a productores nacionales
Desventajas:
- Menor variedad en ciertas temporadas
- Puede haber inconsistencias en calidad o tamaño
- A veces falta empaque o presentación profesional
¿Y las importadas?
Son flores traídas de países como Ecuador, Colombia, Holanda o Kenia. Suelen tener estándares internacionales de producción, empaque y envío.
Ventajas:
- Variedades premium y exóticas
- Tallo más largo, flor más grande
- Duración más prolongada (si están bien manejadas)
- Ideal para floristas especializados o de alto ticket
Desventajas:
- Más caras (y aún más si sube el dólar)
- Mayor huella de carbono
- Mayor riesgo si hay demoras en aduana o transporte
- Si no tienes buen proveedor, puede haber pérdidas
¿Y qué conviene más?
No se trata de “esto o aquello”, sino de hacer una mezcla inteligente.
Muchos floristas top trabajan con una base de flor local (para volumen o relleno) y agregan flores importadas como acentos especiales o cuando el diseño lo exige.
Algunas preguntas que te pueden ayudar:
- ¿Quién es tu cliente ideal? ¿Qué espera de tu servicio?
- ¿Tienes acceso a productores o mercados mayoristas de calidad?
- ¿Qué tanta rotación de flor tienes? ¿Te da el flujo para invertir en flor importada?
- ¿Tienes cámara o las condiciones ideales para cuidar flor más delicada?
En Floral Business Mastery, te enseñamos a tomar decisiones de compra con base en rentabilidad, no solo en gusto o intuición. Porque sí: una flor puede ser hermosa, pero si no te deja margen… no es negocio.
